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18/6/12

EDIFICANDO 3 ( Estudio Biblico)


EDIFICANDO EN EL TIEMPO DE DIOS

Lectura Bíblica: 2 SAMUEL 6:1-7:29

Introducción: Desde que David llevó el Arca de la Alianza a Jerusalén, nació en él el deseo de construir " un templo al nombre de Jehová " ( 1ª de Crónicas 22:7 ). Antes de su muerte, David adquirió el terreno, trazó los planos, organizó a los sacerdotes y levitas que oficiarían y reunió todo lo necesario: piedras labradas en las canteras, oro, plata, piedras preciosas, bronce, hierro y madera. Sin embargo, el profeta Natán rechazó el plan del rey y dijo que Dios habia decidido construir una casa para David para establecer a su descendencia como dinastía permanente en Israel. Más tarde Dios explicó que, debido a que David era un guerrero, había derramado mucha sangre y que sería su hijo Salomón, cuyo nombre significa paz ( shalom ) " quien construya un templo a mi nombre " ( 1ª de Crónicas 22:10 ). Salomón tuvo poco que hacer para reunir los materiales para el Templo

1- EL DESEO DE EMPRENDER ALGO PARA DIOS

Después de traer el arca de Dios a Jerusalén, David consideró que era necesario construir una mejor casa para el arca de Dios. David comunicó al profeta Natán el contrastante hecho que el arca de Dios estuviera en una tienda entre cortinas, mientras que David vivía en una casa de cedro; la tienda había estado bien para el tiempo de la conquista y de los jueces, pero ahora en la monarquía se necesitaba un templo que reflejara la gloria del reino.

David pronto supo que sus intenciones fueron prematuras. Desde el éxodo, Jehová había morado entre su pueblo en un edificio temporal. No había necesidad ahora de algo diferente.

• El deseo de David de construir un templo para Jehová nos muestra que, a veces, Dios cambia hasta nuestros mejores deseos para llevar a cabo su plan perfecto.

No era la voluntad divina que David le edificara casa; más bien, más bien, ¡Dios edificaría una casa para David. La casa que iba a construir para David era una casa real, una dinastía de reyes. Tendría su origen en él, pero jamás conocería final. El reino y su trono serían permanentes, una esfera sobre la cual el Hijo de David reinaría para siempre.

2- LA RESPUESTA DEL SEÑOR A NUESTRO DESEO

El profeta Natán parecía estar de acuerdo con la idea ya que era evidente que Dios estaba con David; pero Natán no parece estar completamente seguro de que era una buena idea. En esa misma noche, Natán recibe palabra de Dios que esclarecería su pensamiento y el pensamiento de David.

Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo. Aquí Natán no habla como profeta, sino como hombre piadoso estimulando a David con su juicio particular. Tenemos que hacer todo lo que podamos para animar y promover los buenos propósitos e intenciones del prójimo y a medida que tenemos la oportunidad, fomentar una buena obra.

Los profetas, cuando seguían los impulsos de sus propios sentimientos y formaban opiniones conjeturales, caían en frecuentes errores. (Véase 1 Samuel 16:6; 2 Reyes 4:27).

 
3- LAS RAZONES DE LA NEGATIVA DE DIOS

La palabra de Dios vino a enseñar una lección grande a David.

Si David creía que era humillante que el arca de Dios continuara en una tienda, Dios le demostró que estaba equivocado.

PRIMERAMENTE: Dios demostró a David que, aunque su deseo fuese correcto, su actitud no lo era; no era Dios el que ahora necesitaba de David, sino David quien siempre necesitó y necesitaría de Dios. La pregunta de Dios es irónica: ¿Me edificarás tú una casa en la que yo habite? Dios no necesitaba de David, él es el creador de todo lo que existe; en cambio David sí necesitaba de Dios siempre.

La pregunta de Dios también era una burla al pensamiento de David de que la tienda no era significativa; Dios muestra a David que ni la tienda ni un templo pueden contener su presencia. ¿Podía David construir una casa lo suficientemente grande para que Dios cupiese en ella?

EN SEGUNDO LUGAR: Dios dijo a David que su trabajo era unificar y guiar a Israel, y destruir a sus enemigos. Esta tarea requeriría que David derramara una gran cantidad de sangre. En 1 Crónicas 28.3 se menciona que Dios no quería que un guerrero construyera su templo. Por lo tanto, David hizo planes y recolectó los materiales para que así su hijo Salomón pudiera comenzar a trabajar en el templo tan pronto como llegara a ser rey (1 Reyes 5–7).


CONCLUSIONES

• David aceptó su papel en el plan de Dios y no trató de ir más allá. Algunas veces Dios le dice no a nuestros planes. Cuando eso ocurra debemos utilizar las otras oportunidades que Él nos da.

• La petición de David era buena, pero Dios dijo que no. Esto no quiere decir que Dios rechazó a David. Es más, Dios estaba planeando algo aun mayor en la vida de David que permitirle el prestigio de construir el templo.

• ¿Ha orado con buenas intenciones, sólo para que Dios le diga que no? Esta es la manera que Dios tiene de dirigir su vida hacia un propósito mayor. Aceptar el no de Dios requiere tanta fe como para cumplir el sí de Dios.

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