NUEVA VIDA RADIO DIGITAL

15/7/08

¿Dónde estás?


A la persona que está leyendo este escrito, la voz del Padre amoroso le dice como dijo a Adán en el jardín del Edén: “¿Dónde estas?” Dios no le está regañando-, asi que no le vuelve la espalda, solamente le está diciendo: ¿Dónde estás? El le ha creado a usted y por lo tanto le ama.

Le ha probado que en verdad le ama, habiendo permitido que su propio Hijo inocente, dejara su trono de gloria para venir a sufrir pobreza, hambre, sed, burlas, para ser escarnecido, reprendido y hasta ser abandonado por sus propios discípulos amados.

Finalmente con la corona que pusieron en sus sienes cubierta de espinas que le sangraron y con sus manos y pies traspasados por horribles clavos, murió entre dos ladrones como si hubiera sido el más vil de los pecadores. ¿Qué significa todo ésto? ¡El Hijo de Dios muriendo de muerte tan horrible y afrentosa! Alma querida, significa que Dios le ama a usted y quiere salvarle. Dios le creó a usted para que gozara de dos cosas: del cielo y de la tierra; pero no para gozar en esta tierra de una manera pecaminosa y mundana como la mayoría de la gente hace, sino viviendo una vida santa, para gozar de la comunión con Dios que trae paz perfecta y gozo indecible en esta vida.

“¿Dónde estás?” ¡Alma atada por el pe cado! Tu Padre amante todavía está buscándote; te está llamando por medio de su Santo Espíritu. Sí, ¿no puedes oír la voz de Jesús diciendo: “Venid a mí, todos los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar?” Jesucristo te dará reposo, querida alma errante, entonces ¿por qué temer? ¿por qué no buscarle? Las Escrituras nos dicen: “BUSCAD AL SEÑOR MIENTRAS PUEDE SER HALLADO, LLAMADLE EN TANTO QUE ESTA CERCANO.” El llenará tu alma con gozo Indecible y pleno de gloria, y será multiplicado miles de veces cuando dejes esta vida y pases las puertas ‘de perla en donde solamente los puros de corazón vivirán allí. (Mat 6:8).

Cuan bienaventurado es saber que las manchas de la culpabilidad del pecado se han borrado por medio de la sangre preciosa de Cristo, para que desde este mundo nos levantemos y sentemos juntamente con el pueblo de Dios “en lugares celestiales” y en el mundo venidero podamos heredar la vida eterna.

No solamente tendremos vida sempiterna sino que además estaremos ante la presencia del mismo Jesucristo. Pasaremos la eternidad, esa vida que nunca se acabará, con el Dios poderoso que nos creó y gobierna todo el mundo y con Jesús quien sufrió agonías indecibles, por ti querido lector. Jesús se hizo pobre para que tú fueras rico; El vivió y murió por ti. ¿Quieres vivir para El? ¿Quieres darle tu vida? Ojalá y puedas sentir vergüenza y una pena profunda en tu corazón por el modo en que has tratado a este tierno y amante Salvador.

Lector, este mensaje es para ti ya sea que profeses o no alguna religión. Si no estás viviendo una vida pura y santa ¡Vívela! por la ayuda de Cristo, porque so¬lamente los de limpio corazón, tienen la promesa de que VERÁN A DIOS.

COMPAÑÍA DEL TRIUNFO CRISTIANO

909 Bluntzer St., Corpus Christj.Tex. 78405

E. U. A.

Ejercítate en la Piedad

“Si esto enseñas a los hermanos seràs buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fè y de la buena doctrina que has seguido. Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercìtate para la piedad”.

I Timoteo 4:6-7

Una de las distinciones de los buenos ministros, pastores o enseñadores no son las formas, sino lo que enseñan. La responsabilidad del buen enseñador, es mostrar los aspectos positivos y los negativos. Debe enseñar la buena doctrina y tambièn vivirla, pero tambièn resistir, evitar y ayudar a otros a evitar, los engaños de este mundo.

En oposición a los malos enseñadores, Pablo dice que todas las cosas creadas por Dios son buenas (Génesis 1). Deberíamos agradecer mas a Dios, por las cosas creadas por El y por la bendición de estos regalos de Dios, que nos dan placer.

Esto no significa que podemos abusar de estas cosas. La comida es buena y sirve para mantener nuestro cuerpo con vida. Pero si abusamos de ella se transforma en un problema para nuestros cuerpos y trae aparejado el pecado de la gula, que puede llegar a matarnos. La lujuria es un abuso del regalo de Dios del amor.

Dios nos ha dado fuerzas, pero no podemos abusar de ellas, pues esto traerà consecuencias a nuestro cuerpo. Dios nos ha dado capacidades, pero si las usamos mal, podemos caer en la vanagloria, la soberbia y el orgullo de pensar que somos mas que los demàs y asì discriminar a otros, que tambièn quieren servir al mismo Dios.

Luego sigue diciendo: “Nutrido con las palabras de la fè y la doctrina que has seguido”. Nutrirse es alimentar las fibras de nuestro ser con la Palabra de Dios en la que hemos depositado nuestra fè y que hemos vivido como doctrina de vida. No debemos prestar atención, a las especulaciones de autores, cuyos escritos o conferencias, no tienen nada que ver con con lo que dice Dios.

Tampoco los refranes humanos, o dichos tradicionales, estàn por sobre la Palabra de Dios. Cuidado con las historias de experiencias personales, que el apóstol Pablo llama “fábulas profanas” y de “viejas”. Luego agrega “ejercítate para la piedad”, trabaja en el ejercicio del amor y la preocupación por los demàs. Que no pase un dìa sin haber hecho algo por amor a otros.

¡Señor ayúdame para ser un fiel ministro de Jesucristo!.

Daniel L.Bustamante (devocionales.net)

Comprendiendo la autoridad de la Biblia


¿Tiene autoridad la Biblia? Esta es una de las preguntas más antiguas y debatidas entre los hombres. También es una de las más importantes para que consideremos en nuestro día. La gente a menudo demuestra su condición espiritual por la actitud que tiene hacia la Biblia.

Hace tiempo tuve la oportunidad de reunirme con varios pastores cerca de una ciudad en que estábamos celebrando una cruzada. Decir que nuestra conversación me produjo una especie de shock, podría parecer una exageración; sin embargo, me sorprendí sobremanera por las serias diferencias de opinión que teníamos en algunas cuestiones fundamentales. Al menos la mitad de esos pastores no aceptaba la autoridad de la Biblia como Palabra de Dios.

Varios señalaron que creían que en la Escritura había pasajes erróneos. Fue aun más sorprendente cuando admitieron que si ciertas porciones de la Biblia los incomodaban, llegaban a la conclusión de que tales porciones debían dejarse de lado por carecer de fundamento científico.

¿Nos extraña entonces que haya lugares en que la Iglesia cristiana está tambaleante? ¿Quién puede estar interesado en escuchar a pastores y predicadores que rechazan la Biblia como Palabra de Dios? ¿Con qué autoridad pueden predicar? Por otra parte, ¿cómo es posible saber cuáles pasajes bíblicos son inspirados por Dios y cuáles no?

Cuando oigo que personas que profesan ser cristianas cuestionan si la Biblia es Palabra de Dios, no puedo menos que preguntarme si los cristianos de hoy no adoran a un Dios demasiado pequeño. Después de todo, si Dios es Dios, ¿no pudo acaso escribir un libro sin errores? Claro que pudo. Y lo hizo. Pablo pudo decir a Timoteo con toda confianza: "Pero tú sigue firme en lo que has aprendido. Ya sabes que lo que se te ha enseñado es la verdad, pues has podido comprobar la integridad de tus maestros.

Además, desde la niñez conoces las Sagradas Escrituras, y éstas te dieron la sabiduría que se necesita para alcanzar la salvación mediante la fe en Cristo Jesús" (2 Timoteo 3:14-15 BD). ¿Por qué razón Pablo podía decir eso? Porque toda la Escritura es inspirada por Dios; tiene autoridad porque es Palabra de Dios, no de hombres. Y Pedro pudo escribir: "No crean ustedes que les hemos estado relatando cuentos de hadas, cuando les hemos hablado del poder de nuestro Señor Jesucristo y de su segundo advenimiento. No. Con mis propios ojos vi su majestad" (2 Pedro 1:16 BD).

La Biblia transparenta autenticidad. Ningún otro libro tiene el sello de aprobación divino. Recuerdo haber leído la explicación de un expositor bíblico, quien escribió lo siguiente acerca de la singularidad de la Biblia: "De todos los oráculos humanos, sin importar cuán confiables sean, vamos a la inspirada Palabra donde, en vez de declaraciones ambiguas e indignas de ser creídas, encontramos enseñanza distintiva y definida, enseñanza impregnada de autoridad e infalibilidad." En verdad podemos confiar en la Palabra de Dios.

Si Dios no fuera capaz de escribir un libro perfecto, ¿por qué confiar en un Dios así para nuestra salvación? No trato de decir que la fe en la inerrancia bíblica es necesaria para la salvación. Pero sí trato de decir que debemos aceptar la Biblia como Escritura divina a fin de experimentar autoridad, poder y comunión con Dios en nuestra vida cristiana.

La fe en la completa autoridad de la Escritura es vital para el entendimiento de la vida cristiana auténtica y victoriosa. Es sólo a través de una fe tal que comenzamos a conformarnos a la imagen de Cristo. ¿Crees de todo corazón no sólo en Jesucristo como Salvador sino también en la Biblia como la Palabra de Dios, Palabra que tiene un mensaje pleno de autoridad?


de Luis Palau (Sigueme.net)