NUEVA VIDA RADIO DIGITAL

1/12/11

PERDER Y GANAR LA VIDA

"Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo"
Filipenses 3:8

• Después que Pablo consideró todo lo que había logrado en la vida, manifiesta que nada de eso tenía valor, cuando se comparaba con el conocimiento de Cristo.

• Esta es una declaración profunda acerca de los valores: la relación de una persona con Cristo es más importante que cualquier otra cosa.

• Conocer a Cristo debe ser nuestra meta final. Considere sus valores. ¿Hay algo más importante que su relación con Cristo? Si sus prioridades están equivocadas, ¿cómo puede reordenarlas?

La clave la da el señor Jesús, en el siguiente pasaje

"De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, él solo queda; mas si muriere, mucho fruto lleva. El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. "
Jn 12:24

Jesús presenta en el v. 24 una declaración de un principio espiritual de gran importancia. Emplea una verdad muy conocida del proceso de siembra y cosecha para ilustrar una verdad espiritual: una semilla que se siembra, muere y germina, luego produce gran número de granos.

• Así, el camino para la fructificación de la vida pasa por la muerte.
• Si no hay muerte, no habrá fruto espiritual.
• Jesús dijo esto para explicar la necesidad de su propia muerte inminente, pero el principio tiene aplicación general a todo creyente.

Así también si Jesús no muere, permanecerá solo, sin fruto espiritual (almas salvas para la eternidad). Su muerte, sin embargo, producirá una cosecha espiritual abundante.

• Jesus usa el verbo de la expresión “la perderá” en tiempo presente. Para enfatizar el hecho de que el que ama su vida está perdiéndola ahora. Una traducción que capta este énfasis sería: “el que está amando su vida, a la vez está perdiéndola”.

• Es una existencia contraproductiva. El hecho de amar u odiar la vida tiene que ver con las prioridades por las cuales uno vive. El que ama su vida es egoísta y materialista, busca su provecho, vive para sí, no toma en cuenta los intereses ni las necesidades de otros. Al vivir en esta manera se destruye.

• En cambio, el que odia su vida en este mundo o “está odiando su vida”, es aquel cuyas prioridades le llevan a preocuparse por los valores espirituales y los intereses de otros, descuidando los suyos propios a tal punto que da la impresión que odia su vida.

Entonces: 3 principios para Ganar la vida, ahora

(i) sólo por medio de la muerte viene la vida.

• El grano de trigo es ineficaz e improductivo mientras se conserve, como si dijéramos, seguro y a salvo.

• El ejemplo de los mártires.

• Todas las grandes empresas han vivido porque ha habido personas dispuestas a dar la vida por ellas.


En lo personal:

• A veces es sólo cuando sepultamos los intereses y las ambiciones personales cuando empezamos a serle útiles a Dios para algo.

• Por la muerte viene la vida.

• Por una lealtad hasta la muerte han nacido y se han conservado las cosas más preciosas que posee la humanidad.

• Por la muerte al deseo y a la ambición personal se llega a estar disponible para Dios.


(ii) la única manera de no perder la vida es darla.

• El que ama su propia vida está movido por dos motivos: el egoísmo y el deseo de seguridad.

• «Es mejor consumirse que enmohecerse.» (Christmas Evans)

• « No voy a durar más que un año. Úsame todo lo que puedas.» (Juana de Arco)

• No tenemos más que pensar en lo que este mundo habría perdido si no hubiera habido personas dispuestas a olvidar su seguridad, bienestar, ganancia y promoción personal.


En lo personal:

• Probablemente existiremos algo más de tiempo si nos tomamos las cosas con calma, si nos evitamos las tensiones, si nos sentamos cómodamente y nos cuidamos de nosotros mismos. Puede que así existiéramos más tiempo pero no viviríamos


(III) la grandeza no se obtiene más que mediante el servicio.

• Las personas que el mundo recuerda con amor son las que han servido a los demás.

• Desgraciadamente es muy cierto que la idea del servicio corre peligro de perderse en el mundo moderno.

• Hay muchos comerciantes, industriales y políticos que lo son sólo por lo que pueden sacar, sin pensar jamás en lo que pueden aportar a los demás, a la sociedad y a la patria.


Conclusión:

Jesús vino a los judíos y al mundo con una nueva visión de la vida. Ellos consideraban la gloria como conquista, adquisición y poder; como el derecho a mandar. Él la veía como una Cruz. Él le enseñó a la humanidad que la vida sólo viene mediante la muerte; que sólo cuando la entregamos conservamos la vida; que la verdadera grandeza está en el servicio. Y lo más sorprendente es que, cuando nos ponemos a pensarlo un poco, la paradoja de Cristo no es, en el fondo, más que la verdad del sentido común.