Encuentros Matrimoniales

El postmodernismo ha traído aparejado un ramillete de costumbres, hábitos y paradigmas que lejos están del plan divino de Dios para el hombre y la familia. El narcisismo, el individualismo y las desviaciones morales son moneda corriente en la sociedad actual, cuyo principal blanco son la estabilidad y armonía familiar.

Mes a mes, un numeroso grupo de matrimonios cristianos reflexionan sobre estos temas, vierten opiniones, escuchan los consejos de los pastores y son ministrados en la Palabra de Dios. La crianza de los hijos, la convivencia, la exigencia laboral, la vida matrimonial, son algunos puntos abordados con el fin de traer claridad en tiempos oscuros.

MES DE LA FAMILIA - Salmos 127-128

Los hijos son un regalo de Dios, los hijos que nos nacen son una recompensa, hacen que nos sintamos seguros. Sin ellos no podríamos formar una familia, en ellos, con ellos formamos nuestros sueños, los cuales hemos cultivado en el noviazgo y proyectamos al futuro de nuestra vida; como mamá y papá es el regalo mas hermoso que Dios nos dio. A Dios lo hacemos feliz…

El salmista dice: Dios bendice la familia; con una condición a todos los que le obedecen y ponen en practica sus enseñanzas. Si tú eres uno de ellos, Dios te bendecirá mucho. En el seno de tu hogar no faltará el alimento, los disfrutes serán el resultado de tu trabajo. Tu esposa tendrá muchos hijos, parecerá como racimos de uvas, tus hijos crecerán y serán como los olivos, así como Dios bendice a los que les obedecen ¡Que Dios te bendiga desde el monte de Sion!

Que veas prosperar tu hogar todos los días de tu vida, que Dios te deje ver crecer a tus hijos y nietos. Que haya paz sobre tu familia.

Esta es la promesa de nuestro Dios Soberano, Rey de Reyes, Señor de Señores; nos lo da todo, Él se goza con nuestro gozo. Se deleita con nuestra familia y nos guía para guiar a quienes nos dio como administradores de nuestra familia.

Disfruta de este regalo de Dios, adelante, no te desanimes; El esta interesado en que “todos sean felices”.

Con todo amor, que Dios te bendiga.

Pastores José y Myriam Faienza