NUEVA VIDA RADIO DIGITAL

6/6/12

EDIFICANDO (ESTUDIOS BIBLICOS)

A parti de hoy, y durante un par de semanas, queremos compartir con ustedes una serie de pequeños estudios biblicos que hemos llamado EDIFICANDO, esperamos que sea de mucha bendición.

INTRODUCCIÓN

Según la definición que brinda el diccionario de la RAE, edificar puede significar varias cosas; por ejemplo, “Construir o mandar construir un edificio”, o bien (dice el mismo diccionario), puede ser “Dar buen ejemplo, incitar a alguien a obrar con virtud”

Según La Palabra de Dios, Edificar es, gramaticalmente, un verbo utilizado en forma regular en el Nuevo Testamento, especialmente en las cartas paulinas. Se usa este verbo en forma literal y también figurada (o simbólica). En el griego «oikodomeo» es la palabra que se traduce por edificar y está compuesta por dos términos «oikos» que significa «hogar» y «demos» que significa «construir», por lo tanto, la palabra significa «construir una casa o un hogar».

En el sentido figurado «edificar» tiene que ver con el crecimiento espiritual de la iglesia en relación a la vida de los creyentes en Cristo.

Como sea, la tarea de edificar es una tarea que nos ha sido asignada a todos, en todos los órdenes de nuestra vida; partiendo del hecho mismo de que “Vivir es edificar”, cada día, en nuestras decisiones cotidianas, sumamos un ladrillo mas a esta obra (grande o pequeña, cada uno sabrá), que es nuestra propia vida

Ahora bien, ¿existe la posibilidad de que lleguemos a edificar con éxito esta vida? Y de ser así, ¿qué se entiende por una edificación exitosa? Alguno podría llegar a pensar que el sumar logros personales y bienes materiales son evidencias de que uno está llevando adelante una construcción exitosa de la vida; sin embargo, la realidad nos muestra diariamente cientos de ejemplos de aquellos que, aun siendo exteriormente exitosos, ven derrumbarse sin remedio su vida, a través de una existencia ruinosa.

La clave de una edificación exitosa, no se halla a la vuelta de la esquina, ni se vende como receta; no nos engañemos creyendo inocentemente que siguiendo “los cinco pasos para lograr una vida feliz”, que muchos vendedores de ilusiones nos ofrecen, llegaremos muy lejos; es muy probable que solamente experimentemos desánimo al final de cada método que probemos, y sumemos nueva frustraciones a nuestra vida.

Sin embargo se puede edificar con éxito. Dios en Su Palabra, nos ha dejado enseñanzas, a través de la vida de hombres y pueblos que, a través de su propia experiencia nos dejan ejemplos sobre como desenvolvernos en situaciones puntales; y de esa manera sumar ladrillos que hagan más solida la construcción de nuestra vida misma

Los siguientes estudios, son pequeños devocionales o reflexiones, que tiene como meta intentar un análisis acerca de lo recurrente que es el concepto de “edificar” o “construir” en la Palabra de Dios; cada capítulo presenta una situación específica en donde los protagonistas emprendieron tareas de edificación, veremos un poco acerca de sus motivaciones, sus procederes y sus resultados, y en cada uno de ellos destacaremos algún principio que nos será de utilidad en nuestro diaria tarea de edificar nuestra propia vida. Teniendo como premisa principal que, en este tiempo, toda tarea de edificación que emprendamos debe hacerse EN CRISTO

Edificar en Cristo quiere decir que el fundamento o los cimientos de nuestra fe, y en sí de todas nuestras aspiraciones, es Cristo. Él es lo máximo en la vida de todo cristiano. Sin Él la vida no significa nada. Cristo es la piedra escogida, angular y preciosa de Dios para la construcción de un edificio vivo y eterno en donde cada cristiano es como una piedra viva (1 Pedro 2:4-5).

Ahora bien, ¿de qué manera podemos sintetizar EL PROPÓSITO DE LA EDIFICACIÓN CRISTIANA?

1.- Llegar a la estatura del varón perfecto, «hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo» (Efesios 4:13).

2.- Participar en el servicio a la iglesia por medio de los dones dados. «Así vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia»

3.- Dar fruto que glorifique al Señor, «Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable» (1 Pedro 2:9).

Creo que es, más que elocuente el desafío que se nos ha plateado, así que, Comencemos la tarea, pongámonos manos a la obra, esforcémonos con lo mejor de nosotros, y confiemos en que llegaremos a buen término de obra; ya que los resultados están garantizados por el mejor de los arquitectos y directores de obra: Jesús.

ESTUDIO BIBLICO N° 1: EDIFICANDO CON FUNDAMENTOS ADECUADOS (Mateo 7:24-27)

A modo de sello especial, Jesús pone fin a su SERMON DEL MONTE, en Mateo 7:24-27, con la parábola de los dos cimientos, o la del hombre prudente y el hombre insensato. La enseñanza está centrada en la manera cómo edifican los hombres sus vidas.
 
Propiamente, hay dos clases de hombres en este sentido. Aquellos que edifican sólidamente sobre la roca y aquellos que construyen con negligencia sobre la arena para mal de sus propias vidas.

El hombre que ha echado los cimientos de su casa sobre la roca en esta parábola figuradamente significa que está construyendo sobre los principios eternos dados por Dios. Es el hombre que edifica sobre la roca que es Cristo, «y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo» (1 Corintios10:4).

Por el contrario el hombre que edificó sobre la arena es el hombre que siguió la corriente de este mundo, que puso sus esperanzas de vida en lo que el mundo le podía ofrecer, que dejó a Dios a un lado y siguió bajo la guía de su propia prudencia humana. Al final, tal hombre se encuentra en una enorme ruina, en la pérdida total de su propia vida.

Este es el enfoque de la edificación en el Nuevo Testamento: construir sobre el fundamento firme que es Cristo. Esto tiene que ver con Su enseñanza divina y con Su obra de salvación a favor de los hombres.

Los dos hombres mencionados en esta parábola son constructores, porque vivir significa edificar. Toda ambición que un hombre acaricia, todo pensamiento que concibe, toda palabra que habla, y toda obra que ejecuta es como un ladrillo de construcción. Gradualmente se va levantando la estructura de la vida. No todos los edificadores son iguales, sin embargo. Algunos son sensatos, otros son necios.
 
Jesús habla sobre el modo de construir la casa de estos hombres; sobre la prueba a que se ven sometidas las casas, y, acerca del resultado de la prueba y la razón para este resultado.

 
1- E modo de construir la casa de estos hombres
 
• Las “casas” de las que Jesús habla no eran construidas en forma tan sólida como lo requieren los códigos modernos de la construcción. Los ladrones podían minar las paredes y entrar (6:19). Se podía abrir fácilmente un agujero en el techo de tierra y paja (Mr. 2:4). Entonces, ¡todo dependía del cimiento!
 
• Los dos constructores tienen en común que levantan sus viviendas en un valle que contiene el lecho de un río. Durante la estación seca este lecho está seco, o casi tan seco que no ofrece peligro para ninguna de las casas. Hasta aquí todo está muy bien. Existe un gran parecido superficial con el común de la gente, incluyendo a los que estaban oyendo el discurso de Cristo o a los que en el día de hoy lo leen.
 
Sin embargo, existe un marcado contraste entre los dos constructores.
 
• El primer constructor es sensato. Es previsor. Calcula que la estación seca no durará. La tormenta llegará. La casa se verá inundada por las lluvias, azotada por los vientos, y, a menos que se tomen las debidas precauciones, será arrastrada por la creciente. Así se prepara para el peligro inminente.
 
• Antes de edificar la casa saca la tierra suelta, cava hasta encontrar la roca (cf. Lc. 6:48). Enseguida pone el fundamento sobre la roca.
 
• El necio no hace nada por el estilo. Levanta su casa sobre la arena suelta, como si jamás fuera a dejar de brillar el sol.
 
En la explicación de la parábola Jesús señala que el significado figurado del cimiento es “estas palabras mías”.
 
• La roca sólida del verdadero discipulado, o sea la sujeción genuina a Cristo. Edificar «sobre la roca» es ser un discípulo atento que responde a su maestro, en vez de ser superficial e hipócrita. Practicar la obediencia se convierte en fundamento sólido para resistir las tormentas de la vida.

• La arena indica un cimiento flojo, el de una profesión de fe hueca y servicios meramente externos. El necio, confiando en sí mismo y negándose a pensar en el futuro, no lo hace. Es un oidor, pero no un hacedor. Sigue los impulsos de su propia voluntad pecaminosa.
 
Cristo mismo es la Roca (1 P. 2:6; Ro. 9:33; 1 Co. 3:11; 10:4). Edificar la casa de uno sobre la roca significa no solamente oír al Señor, sino en gratitud por la salvación recibida poner en práctica sus mandamientos. Por la gracia de Dios el hombre sensato hace esto;
 
2- la prueba a las que se ven sometidas las casas de estos hombres
 
El día de la prueba llega. Llega para las dos casas. Las pruebas llegan desde todos los lugares posibles: desde arriba (lluvia), desde abajo (ríos), los costados (vientos tempestuosos)
 
Una tormenta típica de aquellas regiones contemplaba la siguiente secuencia: Es una de esas terribles tormentas que en esta región los vientos repentinos traen desde el Mediterráneo. Hay chaparrón tras chaparrón. Como resultado, el lecho del río ya no está seco. Comienza a llenarse de agua, primero es un arroyuelo, sin profundidad y lento; luego es un torrente profundo, rápido, furioso, que amenaza los soportes mismos de las paredes, cualquiera que sea aquello sobre lo que está puesta la casa. Y todo el tiempo el fuerte viento occidental aporrea y golpea la parte superior y especialmente los muros.
 
Así también para todo oidor del evangelio, sea sensato o necio, ciertamente va a llegar la prueba o crisis. Viene en diversas formas:
 
• pruebas (el caso de Abraham, Gn. 22:1; libro de Job)
• tentaciónes (José en Gn. 39:7–18; pedro negando a jesus en Mt. 26:69–75)
• luto (Jacob en Gn. 42:36; Job 1:18–22; la viuda en Lc. 7:11–17; Lazaro en Jn. 11:1ss)

 
3- El resultado de la prueba y la razón para este resultado.
 
• La casa del hombre sensato. No cae. Las aguas torrentosas que la amenazaban no pudieron moverla (Lc. 6:48). Resistió a los tumultosos chaparrones. Aguantó la enorme fuerza de la embestida del aluvión. Desafió cada ataque furioso. Cuando se hubo acabado completamente la fuerza de la tormenta, allí estaba la casa, sin que ninguno de los elementos de la naturaleza le hubieran hecho daño. Razón: ¡había sido edificada sobre la roca!

• La casa del necio. Por otra parte, casi no necesitó un esfuerzo especial la furiosa corriente para socavar los muros de la otra casa y llevarse la arena o tierra sobre la que había sido edificada. Además, la lluvia y el viento acabaron fácilmente con lo que fue dejado por la inundación. Todo lo que el viento tenía que hacer era dar un solo empujón a la tambaleante estructura.
 
Entonces con un estruendo terrible cayó en el agua y fue arrastrada, esparciéndose los despojos por todas partes. Su ruina fue completa. Como una casa de naipes, la vida del necio se tambaleará.
 
Conclusión:
 
-  La diferencia clave en las dos casas no es su apariencia externa.
- La clave en la historia son los cimientos. La casa sobre la roca representa una vida fundamentada en una relación personal con Cristo
- El hombre sensato, que muestra por sus hechos que ha recibido de todo corazón las palabras de Cristo y por lo tanto está edificando sobre la Roca, jamás será avergonzado.
-  Muchas personas enfrentan la amenaza de la destrucción, no por terquedad sino por falta de reflexión.
- Nuestra responsabilidad como creyentes es ayudar a otros para que se detengan y piensen en el rumbo que están siguiendo sus vidas y tengan en cuenta las consecuencias de prestar atención al mensaje de Cristo.

3 comentarios:

  1. hno.en Cristo,Cd.Puebla Mexico10:23 p. m.

    De bendición el mensaje, sigan siendo muy bendecidos
    Svos.de Dios.

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  2. Aleluya!!!... Dios bendiga sus vidas para continuar edificando vidas.

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  3. Anónimo1:53 a. m.

    Amén ...Dios les bendiga grandemente

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