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15/7/08

Ejercítate en la Piedad

“Si esto enseñas a los hermanos seràs buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fè y de la buena doctrina que has seguido. Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercìtate para la piedad”.

I Timoteo 4:6-7

Una de las distinciones de los buenos ministros, pastores o enseñadores no son las formas, sino lo que enseñan. La responsabilidad del buen enseñador, es mostrar los aspectos positivos y los negativos. Debe enseñar la buena doctrina y tambièn vivirla, pero tambièn resistir, evitar y ayudar a otros a evitar, los engaños de este mundo.

En oposición a los malos enseñadores, Pablo dice que todas las cosas creadas por Dios son buenas (Génesis 1). Deberíamos agradecer mas a Dios, por las cosas creadas por El y por la bendición de estos regalos de Dios, que nos dan placer.

Esto no significa que podemos abusar de estas cosas. La comida es buena y sirve para mantener nuestro cuerpo con vida. Pero si abusamos de ella se transforma en un problema para nuestros cuerpos y trae aparejado el pecado de la gula, que puede llegar a matarnos. La lujuria es un abuso del regalo de Dios del amor.

Dios nos ha dado fuerzas, pero no podemos abusar de ellas, pues esto traerà consecuencias a nuestro cuerpo. Dios nos ha dado capacidades, pero si las usamos mal, podemos caer en la vanagloria, la soberbia y el orgullo de pensar que somos mas que los demàs y asì discriminar a otros, que tambièn quieren servir al mismo Dios.

Luego sigue diciendo: “Nutrido con las palabras de la fè y la doctrina que has seguido”. Nutrirse es alimentar las fibras de nuestro ser con la Palabra de Dios en la que hemos depositado nuestra fè y que hemos vivido como doctrina de vida. No debemos prestar atención, a las especulaciones de autores, cuyos escritos o conferencias, no tienen nada que ver con con lo que dice Dios.

Tampoco los refranes humanos, o dichos tradicionales, estàn por sobre la Palabra de Dios. Cuidado con las historias de experiencias personales, que el apóstol Pablo llama “fábulas profanas” y de “viejas”. Luego agrega “ejercítate para la piedad”, trabaja en el ejercicio del amor y la preocupación por los demàs. Que no pase un dìa sin haber hecho algo por amor a otros.

¡Señor ayúdame para ser un fiel ministro de Jesucristo!.

Daniel L.Bustamante (devocionales.net)

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